HOGUERA, MANANTIAL Y PARAISO

Hay un tiempo de siembra, la labranza
puso a la tierra en trance, y en barbecho
esperó a la semilla; trecho a trecho
dispuesta a la acogida y la alianza.
Un tiempo de cosecha y de bonanza,
ya Salomón lo dijo; un derecho
y un deber; un perjuicio y un provecho,
un trabajo que agobia y una holganza.
En ese tiempo dual nos encontramos,
mas tántricos y puros nos amamos
bajo el fulgor sin sombra de los dioses.
Entre ambos no hay distancias ni hay adioses.
Somos cuerpo y esencia en este verso;
una imagen total del Universo.