HAIKUS DE VIDA Y MUERTE (José M. Oxholm)



Este libro póstumo lo dedicó a Cristina del siguiente modo:



"dedicado a Cristina Lacasa, amiga del alma, poeta de todos los tiempos"
José M. Oxholm
Albion, Michigan
29 de septiembre de 2003

Portada del libro de haikus del poeta puertorriqueño José M. Oxholm (desaparecido en el año 2004) y creador y director de la revista de poesía PUERTO NORTE Y SUR, que publicó durante más de veinte años. Asimismo, ha sido creador de un "bosque poético", en el que plantó diversos árboles asignando a cada uno el nombre de un poeta, que figura en una placa. En la misma también se incluye un breve poema que en la del árbol correspondiente a Cristina es el siguiente:


"El silencio es un álamo en la tarde,
un polen planetario y germinante."
Cristina Lacasa.



José M. Oxholm

Fragmentos de la carta de Cristina Lacasa a su árbol:

"Querido hermano árbol:
...Sé que sobre tu corteza fraternal está grabado mi nombre. Y que me esperas... Y tú no has recibido mi obligada visita ni tu tronco mi abrazo. Ni mis manos, tan dispuestas, te han acariciado, ni mis labios te han ofrecido un tierno beso, al tiempo que susurraba sobre tus poros arbóreos (tus oídos) cariñosas expresiones.

Habrás de perdonarme que no haya viajado hasta llegar a ti. No es por desvío, sino porque mi destino suele arrojar ante mis pasos porfiados obstáculos, que me impiden a menudo realizar algún sueño.

Pero, amigo mío, existe la comunicación en distintos estratos del aura que nos envuelve como seres vivientes, y de la más amplia, de nuestro planeta e, incluso, de la que da escolta a la inmensidad cósmica. Y el pensamiento viaja a mayor velocidad que la luz. Pienso en ti y ya estoy contigo.

Muchas madrugadas contemplo el Lucero del Alba, tan entrañable para mí. Ambos habitamos en el hemisferio Norte y, por tanto, ambos podemos verlo. A él le facillito el primer mensaje del día para ti. Luego al Sol, al viento, al oleaje de los océanos... a la enigmática Luna, a los pájaros que emigran, a las nubes... Franqueo después otros desfiladeros estelares y llego hasta ti rompiendo la barrera del tiempo.

Así pues, árbol mío, hermano lejano en el espacio pero muy entrañado en el latido que todavía me sostiene, recibe mi homenaje más ferviente y mi abrazo poético y fraterno, que nos funde a los dos, mínimas partículas interpenetrándose, henchidas de vida y sentimientos, en la Conciencia del Universo."

Cristina.


Absurda angustia.
"Ayer" murió temprano,
el "hoy" se trunca.

José M. Oxholm.



A Cristina Lacasa le asignó el árbol de la fotografía.
Albion, Michigan, (Estados Unidos)


En su obra "Afino Cuerdas De Otoño", José M. Oxholm dedicó a Cristina Lacasa el siguiente poema:

IX

(A Cristina Lacasa)

Que no acabe la danza, pero acaba.
Por qué no te quedaste, primavera,
con tus pálidos verdes de primera,
con tu encendido junio, mar sin traba?
Se nos cierran las puertas sin aldaba.
Despierta la inquietud de la trinchera,
(pasajeros los astros sin frontera)
danza incompleta que la noche graba.
No me digas de danza lastimera
si reverdece otoño en el plantío
de cosmo, girasoles, yerbabuena.
No me digas, amor. Hay sol afuera.
La mañana diamantes en rocio.
Guareceré en tu pecho aquella pena.


José M. Oxholm

Website de Judith Oxholm dedicado a
su padre, José M. Oxholm:
http://members.tripod.com/~blueflower/index2.htm