GOYA

Fuendetodos te dio su santo y seña
de aragonés tenaz, la recia mano
que no tiembla al pintar todo lo humano
y a los monstruos pone horror y greña.

La heroica Zaragoza fue tu enseña
y en los fusilamientos meridiano
tu genio se mostró y, tan soberano,
de la mujer pintó la piel sedeña.

Pintor del rey y de su corte vana,
el tapiz fue tu hallazgo y tu diana;
dejaste en el Pilar sagrada joya.

Pintaste bellas damas; los desastres
de la guerra cargaron duros lastres
en tu genial paleta, ingente Goya.