UN INJERTO DE CIENCIA Y POESÍA

Un injerto de ciencia y poesía,
con antorchas de fuego creativo
y de humano desvelo, por las causas
que la salud defienden,
con Ramón y Cajal de escudo, el pálpito
de la vida motivo,
fulgura en este instante,
que es único y eterno.

Ese conglomerado
de anatomía, amor, poema, música,
idioma y Viejo Reino,
es uno de los hilos invisibles
que, con los ríos y el Pilar sagrado,
propiciaron la hora del Encuentro,
con su magia sin límites.

Hacia la estrella, en espiral, colmadas,
nuestras almas unidas,
que han trascendido el espacio-tiempo,
dejan aquí su huella.
Que ya conocen bien los continentes
diversos de la Tierra;
y todos los océanos y cumbres.
Mientras fieles, a pulso y con denuedo,
intentan escalar micra tras micra,
la infinitud del Universo.

Cristina Lacasa